El masaje tantra es una de las prácticas de relajación mental y corporal que más curiosidad despierta entre los aficionados al masaje, pero a su vez genera algo de desinformación y conceptos equivocados, debido a una mala formación, intrusismo del sector o quizá ideas preconcebidas.
La búsqueda de métodos para restaurar el equilibrio y la armonía se convierte en una prioridad. El masaje tántrico emerge como una práctica milenaria que va más allá de la simple relajación física. Con raíces en las antiguas tradiciones orientales, el masaje tántrico no solo busca aliviar la tensión muscular, sino que también tiene como objetivo despertar la energía vital y promover la conexión profunda entre cuerpo, mente y espíritu.
El masaje tantra
Basado en la filosofía hindú del Tantra, este masaje puede variar de manera importante dependiendo del terapeuta que lo imparta. Sin embargo, se puede decir que en general compartirá ciertos rasgos básicos que detallamos a continuación:
- El objetivo primordial del masaje es utilizar la energía de la persona para conseguir relajar mente y cuerpo hasta llegar a lo que se llama un «estado alterado de consciencia» de uno mismo. El Tantra no es la única forma de aproximarse a este nivel de autoconocimiento, pero es de gran interés para el público general porque no es necesaria una gran preparación o estudio previo para iniciarse en él y, poco a poco , ir perfeccionándolo. Es decir, conlleva mucha concentración y práctica; pero se parte de una base accesible a casi todo el mundo.
- Para recibir o practicar un masaje tántrico no es indispensable un experto en ello: hay parejas con un nivel de conexión tan alto y elaborado durante años, que ellas mismas han desarrollado su propio conjunto de técnicas, a veces ayudados por libros sobre el tema o información diversa a su alcance. Esto les permite acercarse paulatinamente a ese estado de alta consciencia individual, pero a la que se llega de forma conjunta.
- Prácticas usuales dentro del masaje incluyen caricias especialmente sensuales como por ejemplo recorrer la piel del otro con la punta de los dedos,incidiendo en las zonas erógenas y los puntos de acumulación de energía. También se puede despertar una energía latente que la persona pueda tener en su interior, de la que no es consciente, la cuál puede llegar a dominar para sacarle partido en momentos de baja emotividad o tensión emocional difícil de controlar.
- Cuando esa energía es despertada, usualmente tras la apertura de los canales energéticos corporales situados en los puntos específicos llamados «chakras», se cree que une a los miembros de la pareja o al receptor y terapeuta en un estado de éxtasis. Una vez las energías negativas que mantenían atrapado al receptor son liberadas, las energías positivas son estimuladas y renovadas con las capacidades de energía del terapeuta, quien suele quedar algo debilitado al final de la sesión.
- El masaje tantra debe realizarse siempre bajo la completa confianza y el mayor conocimiento del que lo va a recibir. En caso contrario puede provocar el efecto inverso al deseado: desconfianza, rechazo incluso a nivel inconsciente, temor, pudor, agobio y pérdida de control emocional. Así pues, la elección del experto tántrico ha de realizarse siempre con gran cuidado y meditación, y es recomendable llegar a conocerse previamente. Lo suficiente para que el terapeuta conozca los miedos y deseos de quien será su paciente, sobre todo si son una pareja con algún tipo de problema sentimental o que simplemente desean mejorar su conexión sexual o emotiva.
Los fundamentos del masaje tantra
El masaje tántrico, en su esencia, es mucho más que una técnica de masaje convencional. Se basa en los principios del tantra, una antigua filosofía que reconoce la energía sexual como una fuerza poderosa y transformadora. En lugar de enfocarse únicamente en el placer físico, el masaje tántrico busca canalizar esta energía sexual hacia la expansión de la conciencia y el despertar espiritual.
En su práctica, el masaje tántrico involucra una combinación de suaves caricias, movimientos fluidos y presiones precisas, realizadas con la intención de estimular los puntos energéticos del cuerpo conocidos como chakras. Estos puntos, según la tradición tántrica, son centros de energía que influyen en nuestro bienestar físico, emocional y espiritual.
A través de la respiración consciente y la conexión íntima entre el masajista y el receptor, el masaje tántrico crea un espacio sagrado donde se invita a liberar bloqueos emocionales y a experimentar un profundo sentido de conexión y plenitud. Este masaje se convierte en una forma de meditación activa, donde la entrega, la receptividad y la presencia consciente son fundamentales.
No solo proporciona alivio físico, sino que también puede ser una poderosa herramienta para la expansión personal y el crecimiento espiritual. Al explorar los profundos vínculos entre el cuerpo y la mente, esta antigua práctica nos invita a redescubrir nuestra verdadera naturaleza y a vivir con mayor plenitud y consciencia.